Leyendas
Leyendas

Otra de las formas con las que podéis conocer más sobre la historia de los diferentes pueblos y montañas de la Cerdanya, es a través de sus leyendas. Aldonça Rossa o la brujita de Bellver, el dragón de Llívia, la Cueva de la Fou de Bor, la Leyenda de los Pirineos o Xipaguazin, la princesa azteca en la Cerdanya, son algunas de las impresionantes leyendas que te harán disfrutar de todos los pueblos, tradiciones y rincones de la Cerdanya desde otro punto de vista. ¿Queréis conocer algunas de sus historias? ¡Vamos allá!


Aldonça Rossa o la Brujita de Bellver: según cuenta la leyenda, la Plaza Mayor era una bella construcción portificada del siglo XIV, siendo el centro comercial y administrativo del pueblo y donde se celebraban los mercados semanales y la feria una vez al año. En esta misma plaza, la Inquisición juzgó en el siglo XVII a Aldonça Rossa, popularmente conocida como la Brujita de Bellver.La niña de tan solo 12 años fue enviada por su padre a Puigcerdà para vender una gallina y semillas de cáñamos y por el camino se encontró con una mujer llamada Juanga, que le propuso hacerse bruja como ella. Lo aceptó renegando de Dios, la Virgen y los Santos de la ermita de Quadres. Cuando de nuevo emprendió su camino, otra mujer le ofreció enseñarle a curar las paperas y, aprovechando sus enseñanzas, Aldonça se dedicó a sanar enfermos. Tan buena era, que su fama se extendió por toda la comarca y sus beneficios crecían, hasta que llegó el día en que fue denunciada a la Inquisición y se le prohibió continuar con sus prácticas.


La Cova de Fou de Bor: En este caso, cuenta la leyenda, una mujer muy bella de Bor se encontraba en el río, donde la vió un señor. Le pareció tan bella que le pidió la mano y se casaron pero con una condición de la joven: nunca podría entrar en la sala de hielo de la cueva. Vivieron felices y tuvieron hijos, hasta que un día la joven no estaba y el hombre entró en la sala prohibida. Se desmayó tan solo entrar y al despertarse se encontró en la entrada de la cueva, donde intentó entrar y no pudo. Desde entonces nunca más volvió a ver a su mujer ni a sus hijos.


La Princesa Azteca de la Cerdanya: En Toloriu, un pueblo del Alt Urgell, cuenta la leyenda de Xipaguazin, que la hija del emperador azteca Moctezuma llegó al Pirineo en el siglo XVI junto con el barón Joan de Grau para instalarte en las frías y preciosas montañas. Años después, la princesa murió de tristeza incapaz de soportar el frío invierno de las montañas.
¡Descubre el mundo mágico que se encuentra en cada lugar del valle!

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